La postura de China y Rusia sobre la intervención en Haití: Desafíos a la solución internacional

La situación en Haití sigue siendo una de las más complejas del hemisferio, y la reciente reunión del Consejo de Seguridad de la ONU ha puesto de manifiesto las diferencias fundamentales sobre la forma de abordar la crisis. China y Rusia, dos miembros permanentes del Consejo, reiteraron su postura en contra de una intervención militar internacional para restaurar la paz en el país caribeño.
Ambos países argumentan que la solución a los problemas de Haití debe surgir de un proceso interno, evitando lo que consideran una intervención extranjera que podría desestabilizar aún más la nación. Para Rusia, la crisis en Haití se encuentra profundamente vinculada a los problemas estructurales del gobierno y la falta de una gobernanza eficaz, por lo que una fuerza de paz extranjera no resolvería los desafíos fundamentales. De forma similar, China destaca la necesidad de un enfoque que involucre a los actores locales y resuelva las disputas de forma consensuada, temiendo que cualquier presencia militar internacional solo agrave las tensiones existentes.
Esta postura de China y Rusia ha generado un estancamiento en las discusiones dentro del Consejo de Seguridad, donde otros miembros como Estados Unidos y Francia han señalado la urgencia de una intervención internacional. Estos países destacan el creciente poder de los grupos armados y el colapso de las instituciones haitianas, advirtiendo que, sin una acción inmediata, Haití podría caer aún más en el caos.
Mientras tanto, la situación en el terreno se deteriora cada día. Los civiles haitianos enfrentan una creciente violencia, y las fuerzas de seguridad locales parecen incapaces de contener la expansión de los grupos criminales. En este contexto, la comunidad internacional se encuentra dividida sobre el camino a seguir, mientras Haití sigue esperando una solución que no parece llegar.